La importancia de la respiración en Yoga
La respiración en Yoga
En Yoga, las asanas (posturas) deben ir acompañadas de una correcta respiración. El Yoga es la conexión entre el movimiento y la respiración.
El proceso respiratorio es vital para nosotros, es la clave de la vida. Puedes no comer o beber durante un tiempo, pero no puedes estar sin respirar.
Como respiramos influye directamente en nuestro sistema nervioso central, en concreto en el hipotálamo que se encarga de regular la temperatura del cuerpo o la actividad del corazón. El hipotálamo es el encargado también de controlar nuestro estado emocional. Así pues, con la respiración podemos hacer dos cosas: relajarnos o alterarnos.
Cuando estamos nerviosos nuestra respiración se acelera, es irregular e intermitente y sin embargo cuando nos encontramos en un estado de calma y concentración la respiración se torna lenta y prolongada.
Un buen dominio de la respiración por tanto te permite manejar situaciones de tensión, preocupaciones, temores y desarrollar una mejora de la concentración y memoria.
Sincronización de la respiración y el movimiento en Yoga.
Cuando se practica yoga estamos conectando el movimiento y la respiración. Primero viene la respiración, después el movimiento (asana).
Por tanto , antes de realizar un asana lo ideal es comenzar a respirar justo antes de ejecutar el movimiento y continuar hasta que se termine el mismo, siendo la respiración la que marque el principio y el fin de cada acción. De igual modo, la velocidad en la que respires es importante, pues será la que marcará la velocidad con la que realices el movimiento.
Así pues, la atención en tu respiración es fundamental para una correcta práctica de yoga. Mantener una respiración relajada y fluida te ayudará a mantener la concentración y la estabilidad y al mismo modo ser consciente del cambio que se realiza en tu cuerpo y mente cuando controlas y diriges la respiración hacia la parte del cuerpo que estás trabajando en cada movimiento.
La técnica de respiración en Yoga es conocida como Pranayama.
Prana es la energía vital que todos poseemos y que se encuentra en el universo. Es la energía que está en constante movimiento. Y yama es el control de la respiración. Así pranayama es el trabajo de la respiración dirigida.
El pranayama es la técnica de respiración consciente a través de movimientos rítmicos donde el flujo respiratorio pasa por la inhalación larga y continua (Puraka), la contención de la respiración (Kumbhaka) y la exhalación (Rechaka).
Al inhalar estimulamos el cuerpo, con la contención la energía se distribuye por el cuerpo y con la exhalación eliminamos las toxinas y el aire contaminado.
En Yoga aprendemos a respirar para hacer circular el prana siendo conscientes de nuestra respiración a través de las inhalaciones lentas y fluidas y exhalaciones que nos ayuden a abrir de forma natural el pecho, almacenando la energía en las costillas.