El Diafragma en el Yoga, la Tranquilidad
LA TRANQUILIDAD
El diafragma es un músculo en forma de cúpula que separa la cavidad torácica (pulmones y corazón) de la cavidad abdominal (intestinos, estómago, hígado, etc).
“El diafragma es el principal músculo respiratorio”.
En la inspiración se contrae y desciende, al tiempo que se produce la expansión de la caja torácica, de esta forma entra el aire en los pulmones. En la expiración retrocede de forma elástica, relajándose y permitiendo así que el aire salga de los pulmones de forma pasiva.
Se expande y se contrae como un paraguas, su movimiento interviene en en la respiración.
Pero es interesante decir aquí que no solo se relaciona con la respiración.
El diafragma y la circulación. A nivel circulatorio sus movimientos pueden llegar a producir cambios en la presión corporal, el diafragma facilita el retorno venoso y linfático; mejorando la circulación de la sangre en el hígado y el abdomen y permitiendo una mejor absorción de sustancias en la cavidad peritoneal.
El diafragma y la digestión. Al presionar las vísceras abdominales (en la inspiración) se producen los movimientos peristálticos y la activación de la funcion digestiva, se previene el reflujo gastroesofágico y se activan procesos como la expectoración, los vómitos, la deglución, la micción y la defecación.
El diafragma en la postura y el movimiento. La actividad del diafragma es fundamental, mantiene la postura influyendo en el movimiento del cuerpo; se sabe que el diafragma produce contracciones aisladas que modifican y alteran la postura.
El diafragma, las emociones y la percepción del aquí y el ahora. Las emociones como la tristeza, la rabia, la ira, la ansiedad, el estrés, el MIEDO etc, influyen en la actividad diafragmática y en su buen funcionamiento.
Tras una inspiración profunda (máximo descenso del diafragma), disminuye la percepción del dolor físico, las emociones que generan sentimientos negativos de incapacidad e impotencia bajan de volumen, desaparece el victimismo, se asienta progresivamente la quietud que permite estar presente, aquí y ahora, percibiendo el cuerpo con mayor claridad.
¡Que maravilla! tras una inspiración profunda el corazón disminuye su frecuencia cardiaca, los nervios finalmente se calman y aparece la sensación de tranquilidad.